Si eres autónomo o empresario, estás obligado a la contratación de un seguro, dependiendo de tu actividad. Este seguro cubrirá los riesgos, necesidades e imprevistos que puedes asumir con tu negocio y, debes tener en cuenta que lo más recomendable es que te hagas con una póliza concreta y ajustada para protegerte ante cualquier adversidad.

Además, el coste y el tipo de póliza dependerán, sobre todo, del tipo de empresa y, en especial, de la actividad que realizamos en nuestra compañía, el número de trabajadores o el volumen de negocio.

Por lo general, podemos distinguir entre seguros obligatorios y seguros recomendados.

En esta Guía encontrarás cuáles son los seguros más comunes para las pymes y los autónomos.

Seguros obligatorios

1.- Seguro de Responsabilidad Civil Profesional

Este tipo de seguro cubre los posibles daños civiles que pudieran registrarse en el desarrollo de la actividad. Es imprescindible si se tiene un local comercial, ya que se exige su contratación para la concesión de la licencia de apertura.

También resulta obligatorio para aquellas profesiones que necesitan tener una titulación especial por el alto riesgo que conlleva su desempeño (instaladores de gas, profesionales sanitarios…).

Las coberturas más frecuentes de este tipo de seguros son:

  • Daños personales, materiales o patrimoniales
  • Pérdida económica como consecuencia directa del daño
  • Gastos de defensa en procedimientos penales o civiles
  • Inhabilitación profesional
  • Protección de datos….

Este tipo de seguros se considera además gasto deducible íntegramente en el IRPF siempre que las coberturas de la póliza estén destinadas a eventualidades propias de la actividad económica.

2.-Multirriesgo Comercio o Negocio

Estos seguros se utilizan para asegurar el local en que se desarrolla el negocio ya sea en propiedad o alquiler, así como los muebles y mercancías en caso de incendio o robo.

Otros daños que cubren estos seguros son:

  • Daños por agua
  • Rotura de cristales
  • Rotura de luminosos exteriores…

3.- Seguro de Vehículos

Resulta obligatorio para todos aquellos profesionales que se dediquen al transporte tanto de mercancías como de personas: taxistas, comerciales, conductores profesionales, transportistas, camioneros, etc.

También es necesario si se utiliza en el desempeño de la actividad maquinaria agrícola (tractores) o industrial.

Las coberturas más importantes para el autónomo, además de la reparación de los propios daños que pueda sufrir el vehículo, pueden ser:

  • Asistencia en carretera
  • Vehículo de sustitución
  • Curso de recuperación del carné
  • Gestión de multas

Seguros no obligatorios pero recomendables

1.- Seguro de Salud

A menudo, los autónomos no pueden permitirse el lujo de encontrarse mal y, mucho menos, perder el tiempo en citas médicas a horas intempestivas, por eso es lógico plantearse un seguro de salud privado que reduzca los tiempos de espera en acudir a un especialista o permita planificar una operación.

Este tipo de seguros, además, reducen la renta a la hora de hacer la declaración de IRPF ya que son deducibles tanto para el autónomo como para su cónyuge e hijos con un límite de 500 € por persona y año.

2.- Seguro de baja laboral o accidentes.

El 72% de los autónomos ha manifestado que tiene miedo a estar de baja por la pérdida de ingresos que ello supone. Gracias a este tipo de pólizas, los autónomos reducen esa pérdida y pueden completar la prestación de baja en casos de maternidad, paternidad, enfermedad o accidente.

Las coberturas más habituales son:

  • Asistencia en viaje
  • Indemnización por incapacidad temporal
  • Indemnización por invalidez permanente,
  • Indemnización por fallecimiento

3.- Seguro de Ciber-riesgo.

Cualquier empresa, con independencia de su tamaño, es susceptible de sufrir ataques cibernéticos tanto internos como externos.

Este tipo de seguros cubren contingencias como:

  • Paralización del negocio por un ataque
  • Pérdida de clientes
  • Indemnización por publicación de datos personales
  • Honorarios de expertos en seguridad informática, legales, etc.
  • Recuperación de la reputación

 

4.- Seguro D&O (Directivos y Administradores)

La protección del patrimonio personal del socio o administrador es el fin último de este tipo de seguros.

Este tipo de seguros cubre dos casuísticas principales:

  • Indemnización por actos negligentes en el ejercicio de la actividad sin dolo ni mala fe.
  • Gastos de defensa jurídica en estos casos

Las reclamaciones contra administradores, consejeros y directivos están a la orden del día y son un riesgo real para todo tipo de empresas. Problemas entre socios por supuestos incumplimientos de estatutos, o incluso reclamaciones de la Administración ante irregularidades en el pago de impuestos son sólo algunos ejemplos de los riesgos que cubren este tipo de seguros.